El Hno. Luis Alcántara, C.R. nos invita a reflexionar en este Viernes Santo sobre: “Un amor sacrificado. La cruz es un derroche de amor”. Fundamentado en el Evangelio de hoy, que nos propone la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo; y apoyándose en las bases de la Carta del Apóstol San Pablo a los Romanos (8, 35-39):
“¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada?. Como dice la Escritura: Por tu causa somos entregados continuamente a la muerte; se nos considera como a ovejas destinadas al matadero. 37 Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.”.