San Cayetano, descendiente de la noble familia Thiene, hijo de Gaspar de Thiene y de María Porto, nació en Vicenza (Italia) presumiblemente en el mes de octubre de 1480. Consiguió el doctorado en ambos derechos, canónico y civil, en la Universidad de Padua. Poco tiempo después, habiendo recibido la sagrada tonsura (1504), por la que entraba a formar parte del estamento eclesiástico, se trasfirió a Roma (1507), para formar parte de la Curia Romana, bajo el pontificado de Julio II. Al servicio de este Papa desarrolló el oficio de escritor de las letras apostólicas, con la función de Protonotario Apostólico.
Sumándose al Oratorio del Divino Amor de Roma (1515), desarrolló en distintas ciudades italianas actividades similares a las que dicha confraternidad desplegaba. El 30 de septiembre de 1516 fue ordenado sacerdote. En este marco, lo vemos dedicado a la oración, el estudio de las Sagradas Escrituras y la atención a los enfermos, especialmente a aquellos que se denominaban «incurables». Fruto de esta última actividad desempeñada por Cayetano de Thiene fue la fundación del Hospital de Incurables de Venecia, junto a las patricias venecianas María Malpier y Marina Grimani, en 1522. También el Santo vicentino realizó un apostolado de la misma índole en el Hospital de la Misericordia de Vicenza, dándole la forma de nosocomio para incurables, y en el Hospital de San Giacomo in Augusta, de Roma.
Comprometiéndose a reformar las costumbres de los eclesiásticos, se esforzó por restaurar en la Iglesia de su tiempo el modo de vivir de los Apóstoles. En esta empresa se encontró con Juan Pedro Carafa, obispo de Chieti y miembro del Oratorio del Divino Amor romano. La resultante de este encuentro fue la fundación de la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos el 14 de septiembre de 1524.