La llegada del Vicario General de la Orden Teatina, el Reverendo Padre Marcelo R. Zubía, C.R., a Malta, marcó un hito significativo en el calendario eclesiástico, coincidiendo con el Año Jubilar Teatino en conmemoración del 500º aniversario de la fundación de la Orden de Clérigos Regulares Teatinos. Este encuentro trascendental no solo revivió la rica historia de la orden, sino que también fortaleció los lazos espirituales entre la comunidad teatina y los fieles malteses.
Las jornadas estuvieron impregnadas de solemnidad y fervor, con una agenda repleta de conferencias magistrales, celebraciones eucarísticas y visitas pastorales a parroquias y capillas. La presencia del Padre Zubía no solo enriqueció estos eventos con su sabiduría y liderazgo espiritual, sino que también inspiró a los presentes con su profundo compromiso con los valores teatinos de caridad, devoción y servicio.
En las conferencias, se profundizó en la rica tradición teatina, resaltando su legado de dedicación al servicio de Dios y al prójimo. Temas como la espiritualidad teatina, la historia de la orden y su relevancia en la actualidad fueron abordados con profundidad y pasión, despertando el interés y la admiración de los asistentes.
Las celebraciones eucarísticas fueron momentos de comunión y reflexión, donde los fieles se unieron en oración para rendir homenaje a San Cayetano, patrón de la orden, y para renovar su compromiso con la fe y la caridad. La devoción a San Cayetano fue palpable en cada liturgia, en cada gesto de veneración, demostrando la profunda conexión espiritual que une a los teatinos con el pueblo maltés.
Además de su participación en eventos formales, el Padre Zubía también dedicó tiempo a visitar parroquias y capillas locales, donde tuvo la oportunidad de conocer de cerca la vibrante vida pastoral de la comunidad maltesa y de compartir momentos de fraternidad con los fieles.
Las imágenes capturadas durante la visita, cortesía de Ian Pintley y George Sciberras, testimonian la intensidad y la belleza de estos encuentros, preservando para la posteridad los momentos de gracia y bendición que marcaron la visita del Vicario General de la Orden Teatina a Malta. Que este evento histórico siga inspirando a las generaciones venideras a vivir con fervor y compromiso los valores teatinos, en búsqueda constante de la verdad y el servicio desinteresado a los demás.