Lejano queda ya el 20 de octubre de este año 2019. Sin embargo aún se siente el gozo de haber compartido ese día el recuerdo de la Venerable Sor Úrsula Benincasa y tres profesiones de religiosas teatinas, las que tuvieron lugar en la Basílica de Sant’Andrea della Valle.
En primer lugar, tenemos que mencionar a Sor Sébastienne Mahugnon Awolo, RR.TT., quien hizo su profesión solemne. Junto a ella, Sor Marlene hacía su segunda renovación de los votos de castidad, pobreza y obediencia, mientras que, por su parte, Célestine Mukonkole, hasta ese momento novicia, profesaba por primera vez como religiosa teatina de la Inmaculada Concepción.
Fue una tarde única y una noche más espléndida que el día, al compartir sentidamente la alegría de nuestras hermanas teatinas, las cuales llegaron a nuestra Basílica romana guiadas por la Madre General, Sor Francisca María Gil Navazo, RR.TT. Madre Francisca desempeñó su rol propio en la ceremonia, ocupando un lugar destacado en uno de los ángulos principales de la línea frontal del altarPresidió la celebración eucarística nuestro Prepósito General, Rvdmo. P. Salvador Rodea González, C.R., mientras que un nutrido grupo de concelebrantes – teatinos, de otros institutos religiosos y de algunas diócesis – se dio cita para compartir este gran momento de fe y renovación espiritual.
Debemos destacar el esmerado servicio litúrgico del Colegio Internacional Teatino «San José María Tomasi» y la animación que llevó a cabo el coro reunido para la ocasión. Ritmos de los creyentes de diversas naciones se hicieron eco en el templo que exalta la gloria de San Andrés Apóstol. Y una riada de religiosas teatinas de diferentes latitudes pobló la nave de la Basílica de turquesa, blanco y la sobriedad de su hábito.
La homilía preparada para esta celebración fue pronunciada por el P. Robert, sacerdote del Congo mediante el cual Sor Célestine conoció a las Teatinas y de la que fue su director espiritual durante el noviciado. El P. Robert se concentró en una extensa meditación sobre los votos religiosos, acentuando los aspectos que caracterizan a cada consejo evangélico a la luz del don que ha sido Sor Úrsula Benincasa para la Iglesia.
Acción de gracias de Sor Célestine y de la Madre General
Llegado el momento final de la celebración, Sor Célestine, expresó, entre otras cosas, lo que publicamos a continuación:
Durante mi vida, he visto cómo tu mano poderosa, llena de amor y misericordia, me ha acompañado; fuese cual fuese el estado de mi vida, de alegría o de desánimo, Tú siempre estabas a mi lado dirigiendo mis pasos. Cuando llegó la hora de elegir sobre lo que quería hacer con mi vida, me invitaste a seguirte, a gastar mi vida en tu servicio. Durante todo este tiempo me has guiado con cariño y amor. Siempre me has invitado a no tener miedo, a dejarme en tus manos de Padre y me has mostrado el camino para ser feliz. Me has guardado ‘como a las niñas de tus ojos’. Tu amor para mí no tiene fin. Por eso, mi vida se eleva a ti en una ACCIÓN DE GRACIAS.
[…]
Gracias por esta vocación, por llamarme a formar parte de este Carisma, por el don maravilloso de nuestra Venerable Madre Úrsula Benincasa que con su ‘Sí’ hizo posible el florecimiento de esta Congregación de las Teatinas, que sigue haciendo tanto bien.
A usted, mi queridísima Madre General, María Gil, no tengo suficientes palabras para manifestarle mi gratitud; para mí es usted más que la Madre General, es mucho más: Es una madre que ama, acoge y procura los buenos frutos de sus hijos, que acoge a todos con su sonrisa y alegría, sin distinciones… A Sor Rosa María, Superiora Provincial, que siempre me animaba con sus palabras…
Sor Célestine también agradeció a quien tuvo como Maestra en su noviciado, Sor María Teresa, a las demás hermanas que la acompañaron con su testimonio de consagración y al P. Robert, su director espiritual. Luego, como nos relata la cronista de las Religiosas Teatinas, «Soeur Sébastienne se unió a esta acción de gracias. Queriendo ser más breve, suscribió las palabras dichas por Célestine, insistiendo en su agradecimiento a Dios… a la Madre General… y a todas las hermanas que la han acompañado a lo largo del proceso formativo que le ha conducido a la Profesión Perpetua».
También la Madre General tuvo el agrado de dirigir unas palabras a la asamblea, cuando la ceremonia llegaba a su culminación. En su alocución, Sor Francisca María Gil nos decía lo siguiente:
Además de ser el aniversario del paso de nuestra Madre Úrsula desde esta tierra hasta el otro lado del Sol, allí donde transcurrieron tantas horas de su humilde vida, hemos gozado de una triple celebración de votos.
Hoy, Soeur Sébastienne, después de 5 años de andadura teatina por las distintas comunidades de su tierra africana y algún tiempo por las calles de Roma, ha confirmado ante todos nosotros que quiere seguir teniendo a Cristo como Único Bien y el Amor como norma de vida ‘para siempre’. Célestine ha decidido consagrarse al Señor en el camino teatino que, con gran entusiasmo y alegría, hace dos años comenzó a recorrer en la Comunidad de Roma primero y en la de Madrid Usera, después. Y, al mismo tiempo, Soeur Marlene, ha querido renovar los votos de Castidad, Pobreza y Obediencia en nuestra Congregación por un año más a fin de continuar y completar su aprendizaje de la ardua tarea de la ascensión a la Montaña del corazón ‘en la que siempre nos espera el Señor’.
Todo ello explica el sentimiento de gozo que hoy nos invade. La coincidencia de todas estas consagraciones en esta fecha tan señalada y en este templo tan teatino en el que un 7 de agosto – el del año 1793 – un Papa – su santidad Pío VI – proclamó ante la Iglesia toda la heroicidad de las virtudes de una mujer tan maravillosa como lo fue Úrsula Benincasa… nos lleva a experimentar un gozo inefable que he querido ahora compartir con todos. De corazón expreso una vez más el agradecimiento a quienes nos están acompañando en esta especialísima celebración. Gracias, nuevamente, a todos desde el corazón!