Llegando al final de mi proceso como ‘escolástico’ (como se dice en Italia) y en vistas a mi formación permanente, durante el mes de julio me encontraré realizando el mes de Ejercicios Espirituales en la casa de la Compañía de Jesús de la ciudad de Boloña. Hace un año mi acompañante espiritual me invitó a realizarlos en vistas a este periodo de mi vida que llega a su fin y en preparación a lo que vendrá.
Animado también por mi maestro y los padres, tanto de la comunidad como de mi provincia de origen, me preparo a tener esta experiencia de encuentro profundo con el Señor.
Mi mayor deseo es hacer una síntesis de mi camino vocacional antes de la Profesión Solemne. Por otra parte espero que la experiencia de los ejercicios ignacianos, espiritualidad contemporánea a la nuestra, pueda darme herramientas para, en un futuro, actualizar y difundir la espiritualidad teatina, cuya síntesis se expresa en el Combate Espiritual.
Me encomiendo a la intercesión de nuestro hermano Andrés Avelino, el cual, como atestigua Diego Laínez, tomó la resolución definitiva de ingresar a nuestro Instituto al finalizar los Ejercicios Espirituales que el Jesuita le predico en 1548. Con un recuerdo mutuo en la oración, me despido hasta agosto. Saludos en Cristo y Cayetano.
Hno. Diego A. Doldán, C.R.