del Venerable Vicente María Morelli CR
En punto de las 9:15 am, el Padre Vice-maestro, Aleksander Iwaszczonek, C.R., junto a los tres novicios, salimos de la Sacrosanta Casa de San Pablo, teniendo como meta de peregrinación la ciudad de Otranto al sur de Italia, donde reposan los restos mortales de tan celebre Obispo Teatino.
Cerca de la hora nona llegamos a Otranto, ciudad objetivo de nuestra peregrinación, donde con solo ver la catedral de estilo románico, se exaltó el corazón recordando, como habíamos visto en las lecciones del noviciado, que en tal cátedra se sentaron al menos tres Obispos Teatinos, entre ellos el Venerable Morelli, que sobresale por su actuar insigne, caritativo y reformador.
El momento cúspide de la jornada fue cuando frente a la tumba del Venerable elevamos a Dios una Oración, presentamos una ofrenda de flores y velas. En este momento experimentamos la unión con nuestros Antiguos Padres que gozan de la Gloria de Dios.
Estando en la ciudad de Otranto, no podíamos no visitar la calle que lleva el nombre del más grande escritor de la espiritualidad Teatina, el Venerable Lorenzo Scupolli, y la casa que lo vió nacer y crecer para este mundo.
Mientras el sol se ocultaba, arribamos a Sternatia, donde nos percatamos de que estaba por iniciar la misa en honor del Santo Patrono del lugar, pero, nos sorprendimos al ver que se había preparado un monumento decoroso con una pintura del Venerable Morelli, C.R. En un siguiente momento, nos presentarnos con el Padre Teatino Carlos Gómez, C.R., que estaba en dicho lugar para celebrar la Eucaristía y este a su vez nos presentó al Parroco a quien compartimos nuestro deseo de elevar una oración en el sitio donde es custodiado el corazón y las vísceras del Santo Obispo Teatino, por lo que nos condujo amablemente frente a la lápida que señala la presencia de los restos mortales de tan celoso Pastor.
Al finalizar la oración, la cual con insistencia pedía la gracia de un milagro para que pronto pueda ser beatificado el Venerable Morelli, nos dirijimos de nuevo a la plaza de Sternatia, donde la feligresía esperaba, y después de ser presentados por el Párroco como la familia de Monseñor Morelli, y del pequeño discurso del Padre Aleksander Iwaszczonek, C.R., nos despedimos de tan acogedora feligresía, que con gestos y palabras expresaba su devoción al Venerable, manteniendo viva su fama de santidad por más de 200 años.
Para finalizar las estaciones de nuestra peregrinación, nos detuvimos en la ciudad de Lecce, donde pudimos ver la majestuosa Iglesia Teatina de Santa Irene, ícono del barroco de Lecce, donde si bien no hay más una comunidad Teatina actualmente, el nombre de la gloriosa Orden sigue resonando en los labios de los habitantes de la ciudad, siendo el claustro sede de importantes eventos de cultura y conservando el nombre de Claustro Teatino. A pocos metros de la imponente Iglesia Teatina, encontramos el Palacio Morelli, feliz casa que vio nacer a Vicente María Morelli. De este modo completamos nuestra peregrinación que abarcó de la tumba a la cuna, su caminar completo por este mundo que muchos han testimoniado como Santo.
Al anochecer retomamos el camino de regreso a la Sagrada Casa de San Pablo el Mayor, llenos de gozo por haber caminado donde tantos grandes Teatinos, tales como fueron los Venerables Lorenzo Scupoli y Vicente María Morelli, realizaron su vida en Santidad, viviendo el carisma Teatino de modos inimaginables, que los llevaron a obtener fama de santidad entre los hermanos de comunidad y gracia ante Dios.
Por ello, para nosotros, novicios, haber tenido esta experiencia de vida Teatina, conociendo a los Grandes Teatinos, nos ayuda a experimentar la espiritualidad de los Clerigos Regulares, pero sobre todo es una invitación a abrazarla motivados por la fuerza y decisión con la que Nuestros Santos, Beatos y Venerables la tomaron; tal cual fue tomada de la Regla de Vida de los Apóstoles por nuestro honorable Padre Juan Pedro Carafa y San Cayetano.
Roberto Alvarado López, novicio teatino