Aquella mañana de la Santa Cruz, en la capilla de San Andrés, Apóstol de la Cruz, los 4 primeros teatinos de la historia, sobre la tumba del Príncipe de los Apóstoles, que murió crucificado boca abajo, como quiere la tradición, emitían su profesión de Clérigos Regulares y nacía la Orden Teatina como un himno desplegado a la Cruz.
Los teatinos, desde el umbral de su historia, no quisieron por escudo más que una “Cruz de Calvario”, y que se identifica con una cruz desnuda plantada sobre un trimonte que simboliza el Calvario de Jerusalén.
En éste día tan especial para nosotros, lanzamos el nuevo escudo que nos acompañará en este camino hacia los 500 años de fundación, y en adelante!