Nació en la noble familia Burali d’Arezzo en Itri (diócesis de Gaeta) en 1511. Después de graduarse en la Universidad de Bolonia, ejerció la abogacía en Nápoles con una rectitud ejemplar. Fue Consejero Real del Estado. Llamado por Dios a una mayor perfección, en 1557 ingresó en los teatinos de Nápoles. Su Maestro de Noviciado fue el Beato Giovanni Marinoni y su compañero San Andrea Avellino. Profesó el 2 de febrero de 1558, año en que fue ordenado sacerdote. En 1564 fue enviado a Madrid como embajador de la ciudad de Nápoles. Habiendo rechazado los obispados de Castellamare, Crotone y Brindisi, San Pío V en 1568 lo obligó a aceptar el obispado de Piacenza y en 1570 lo creó cardenal. Párroco muy celoso, amigo de san Carlos Borromeo, se ocupó de todos los aspectos de la vida religiosa y social del clero y del pueblo, promoviendo la formación del clero, la catequesis, la frecuencia de los sacramentos y la ayuda a la pobre. En 1576 Gregorio XIII, ya su maestro en Bolonia, lo traslada a la archidiócesis de Nápoles, donde continúa la reforma eclesiástica ya experimentada en Piacenza. Murió en Torre del Greco, donde estuvo una breve estancia, el 17 de junio de 1578. Fue beatificado por Clemente XIV el 17 de mayo de 1772. Su cuerpo descansa en la Basílica de San Paolo Maggiore de Nápoles. Su fiesta cae el 17 de junio.
Oración
Oh Dios que manifestaste en el Beato Paolo Burali los múltiples y maravillosos caminos de tu llamado a la perfección cristiana, concédenos el consuelo de su celestial protección para seguirte de todo corazón. Por Cristo nuestro Señor. Amén
(hagamos un silencio pidiendo la gracia que todos necesitan)
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Pensamiento del Beato Paolo Burali:
“Un cristiano no puede hacer un mejor uso de su vida que dárselo a Dios, el único que no sólo puede salvarla sino hacerla feliz”.
Q.P.R.D.