POSTULACIÓN: GIACOMO TORNO, CR
En el marco del Año Jubilar Teatino, celebrando el 500 aniversario de la Fundación de la Orden, hemos tenido la alegría de iniciar la primera Sesión de la Investigación sobre la fama de santidad, las virtudes, la fama de los signos y la importancia eclesial de la Causa.
Para la Postulación, es un punto de llegada y un punto de partida. El 11 de mayo de 2020, el Postulador dirigió una carta al entonces Arzobispo de Nápoles, Su Eminencia el Cardenal Crescenzio Sepe, solicitando la introducción de la Causa de Beatificación y Canonización del Venerable Siervo de Dios Giacomo Torno, sacerdote teatino.
El 23 de mayo de ese mismo año recibimos la aprobación. En su carta, el Cardenal Crescenzio Sepe nos decía: “Estoy seguro de que la promoción de la vida del Venerable Giacomo contribuirá a la edificación espiritual de muchos, para responder, con generosidad y alegría, al llamado a la santidad”.
Hemos llegado a la Primera Sesión de la Investigación Diocesana, después de recibir la Introducción de la Causa de Su Excelencia Mons. Domenico Battaglia, Arzobispo de Nápoles, y habiendo obtenido la opinión favorable de la Conferencia Episcopal de la Región.
Se trata de una Causa Antigua (1541, en Nápoles – 18 de enero de 1609). En esta Santa Casa de San Paolo Maggiore de Nápoles falleció Giacomo Torno. Por tanto, el trabajo fundamental será el de la Comisión Histórica, que deberá investigar toda la documentación sobre su personalidad, actividades y santidad en vida, en su muerte y después de ella hasta hoy, en la devoción a su figura que sigue viva entre nosotros. Son muchos los fieles que rezan frente a su cuerpo incorrupto.
Además de la documentación histórica, esperamos que las declaraciones de los testigos también puedan confirmar su fama de santidad. El P. Giacomo Torno fue confesor de San Andrés Avelino. Su fama de santidad, que es el fundamento para iniciar la Causa, llega hasta nosotros y nos enseña, entre otras cosas, a vivir e incorporar en la vida “el combate espiritual”, propio de nuestro carisma. Giacomo Tormo nos enseña a luchar contra nosotros mismos en todo aquello que no corresponde con la voluntad de Dios. Llegó a adquirir un carácter muy dócil, siendo el suyo naturalmente el vicio contrario. Nos enseña a “actuar contra” en la búsqueda de la santidad, que no es otra cosa que imitar a Cristo. El secreto de este trabajo escondido y personal es fruto de un corazón enamorado de Cristo. Tenemos un gran modelo a seguir y esperamos que la Iglesia pueda proclamar su santidad muy pronto. Los santos son la gloria de la Iglesia. El trabajo que hemos comenzado tiene como objetivo poder proclamar un día oficialmente su santidad para la Gloria de Dios y el bien de la Iglesia.
Ambrosio Cots, C.R.
Postulador General