El pasado 14 de septiembre, en la Basílica de San Pedro, se llevó a cabo una celebración histórica en honor a los 500 años de la Orden de los Clérigos Regulares Teatinos, presidida por el Papa Francisco. Entre los asistentes, destacó la presencia de Dom Gorgônio Alves da Encarnação Neto, obispo de Itapetininga y único obispo de la Orden Teatina, quien compartió su alegría por este significativo acontecimiento.
Mensaje del Papa Francisco
Durante la ceremonia, el Papa Francisco abordó temas fundamentales: reforma, comunión y servicio, inspirándose en la figura de San Caetano. Dom Gorgônio destacó la importancia de estos puntos, enfatizando que la Iglesia debe estar en constante renovación y evolución. «Quien desea reformar, debe primero reformarse», citó el obispo, subrayando que este es un llamado a la autocrítica y al crecimiento personal dentro de la comunidad eclesial.
El Papa también habló sobre la necesidad de fomentar la fraternidad entre los religiosos y el pueblo. «Nuestro pueblo necesita mucho de acogimiento, cariño y ternura», destacó Dom Gorgônio, reflejando la misión de la Orden de ser un faro de esperanza y amor.
La Cruz de Cristo y el legado de la Orden
En este encuentro, el Papa recordó la conexión de la Orden con la cruz de Cristo, enfatizando el sacrificio y la dedicación que caracterizan la vida cristiana. Dom Gorgônio resaltó que «abrazar la cruz es hacer de la vida un don de amor y entrega», reafirmando el compromiso de la Orden con los más necesitados.
Reflexionando sobre los 500 años de historia, el obispo mencionó la importancia de no solo vivir del legado del pasado, sino de enfrentar los desafíos actuales. Recordó cómo, en 1910, San Pío X ayudó a la Orden a renacer, y cómo, tras el Concilio Vaticano II, las constituciones de la Orden fueron renovadas para adaptarse a las necesidades de la Iglesia moderna.
Un llamado a la confianza y al servicio
Dom Gorgônio concluyó su intervención reafirmando el mensaje central de San Caetano: la confianza en la Providencia Divina y el compromiso de servir con amor. «Debemos buscar, en primer lugar, el Reino de Dios y su justicia», afirmó, enfatizando la relevancia de la misión de la Orden en la actualidad.
Este encuentro con el Papa Francisco no solo celebró el legado de 500 años de la Orden de los Teatinos, sino que también renovó el llamado a continuar esta labor con fe, amor y determinación.