También tenemos el gusto de anticipar la obra que está disponiéndose a publicar el P. Vincenzo Cosenza, C.R., mítico teatino calabrés, de pronunciada canicie y sonrisa franca. Se trata de una nueva traducción de Il Combattimento Spirituale, de nuestro Lorenzo Scupoli. Sin duda, la versión que ha elaborado el P. Vincenzo y cuya copia en Microsoft Word hemos recibido, busca recuperar los colores del lenguaje scupoliano en sintonía con el uso de nuestro tiempo. Claro está, sin perder su esencia, añeja y proverbialmente célebre. Compartimos la presentación que el mismo P. Vincenzo ha pensado para su texto:
PREMISA
Hay obras maestras que se encuentran en museos o bibliotecas y que son objeto de admiración, solo para «personas de adentro», para algunos amigos cercanos, capaces de «leer» su historia, su tiempo, su mensaje.
El Combate Espiritual del Padre Lorenzo Scupoli se arriesga a ingresar el número de esos libros del pasado o esas piezas raras de antigüedades que son «intocables» e «ilegibles» para las nuevas generaciones.
Personalmente, considero que la obra maestra de Scupoli es un libro de gran actualidad, un libro que profundiza en el hombre y exige su mejor potencial; sin embargo, se le debe dar la oportunidad de «hablar».
Mi intención es precisamente esta: dar al libro de la ilustre Teatina un lenguaje adecuado para nuestros tiempos. No comparto la idea de aquellos a quienes les gustaría cristalizar el libro en la forma y el estilo de la época en que nació y que permaneció tal como salió de la pluma del autor. Además del hecho de que el libro ha sido «revisado» y «transcrito» varias veces, pero para aquellos que aman el original, siempre existe la posibilidad de encontrar el texto 1600 en bibliotecas o archivos para leer y disfrutar el léxico. clima. Parece que defraudo al lector de hoy al privarlo de la comprensión y el sabor de este texto de espiritualidad, al darle un trabajo difícil y contrario a un nuevo idioma para leer. Ante todo comprensión.
Para que dos personas se entiendan, necesitan hablar el mismo idioma: P. Lorenzo Scupoli habla el idioma de fines del siglo XVI, principios del 1600, pero la «doctrina», como dice el mismo, dirigirse a Cristo, «es toda tu doctrina» y La «doctrina» de Cristo no tiene tiempo. Y sin embargo, el Evangelio, la Palabra de Dios, el Libro de los libros, lo traducimos al lenguaje, legible, comprensible. ¿Es esto un «pecado»?
Al leer las páginas de esta lucha espiritual, espero que me absuelvan.
La edición en la que me inspiraré será la del Establecimiento tipográfico de A. Festa – Nápoles, editado por Don Carlo Di Palma, Clérigo Regular (1852). También insertaré la premisa que Di Palma extrajo de algunas «Cartas de San Francisco de Sales, obispo de Ginebra».
P. Vincenzo Cosenza, C.R.
Editor de traducción