El Beato Juan Marinoni nació en Venecia el 25 de Diciembre de 1490 de ilustre familia de la cual recibió una óptima educación religiosa, moral y cultural. Se laureó en Padua en derecho civil y eclesiástico.
Ordenado sacerdote, sus dotes de piedad y de cultura hicieron que fuese elegido muy joven Canónigo de la Basílica de San Marcos.
Atendiendo al servicio de los enfermos en el Hospital de los incurables de Venecia encontró a San Cayetano Thiene de quien llegó a ser discípulo y compañero de apostolado. Abrazó la vida religiosa teatina, emitiendo la Profesión Religiosa el 29 de Mayo de 1530.
En 1533 con san Cayetano fundó la Casa Teatina de Nápoles y por 29 años de ininterrumpido y asiduo ministerio sacerdotal, ilustró con su santidad y su celo la Iglesia de San Pablo el Mayor. Predicador evangélico, sabio y paterno confesor, experto y prudente director espiritual, ofreció a los napolitanos los tesoros de bondad y de doctrina de su corazón de apóstol.
Para ayudar a las necesidades del pueblo y salvarlo de las garras de la usura, ideó y promovió el Monte de Piedad, obra de grande valor económico y social que todavía hoy vive y obra en el Banco de Nápoles.
Fue Padre y Maestro de Santos y de solícitos Obispos, entre los cuales San Andrés Avelino y el Beato Pablo Burali, Cardenal Arzobispo de Nápoles. Renunció al gobierno de la Archidiócesis de Nápoles, ofrecido por el Papa teatino Paolo IV.
El 13 de Diciembre de 1562 a los 72 años cerraba con una santa muerte su larga jornada terrena dedicada enteramente al servicio de Dios y a la salvación y al bien de los venecianos y de los napolitanos, que amó y sirvió como verdaderos hermanos.
Sus sagradas Reliquias reposan junto a las de San Cayetano en la Cripta de la Basílica de San Pablo el Mayor en Nápoles.
El Papa Clemente XIII, en 1762, aprobó el culto de Beato. Su memoria se celebra el 12 de Diciembre.
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ORACIÓN
Oh Dios, que has hecho admirable el Beato Juan Marinoni como imitador de tu Hijo mediante la contemplación del misterio de la cruz, concédenos por su intercesión, no solamente la gracia especial que te pedimos, sino también de caminar, estimulados por su ejemplo, siguiendo las huellas de Cristo, para recoger los frutos de la redención. Por Cristo nuestro Señor. Amen.
(Después de un momento de silencio se reza el Padrenuestro, Ave María y Gloria)
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Pensamiento del Beato Juan Marinoni:
“EL HOMBRE PIENSA, Y EL SEÑOR DISPONE”.
Q. P. R. D.